Tocar candombe en una cuerda reducida de tres tambores (chico, piano, y repique)
es de una capacidad musical, mental increible. ya que cada tambor está solo, no
puede agarrarse de otro par. La persona que toque, tiene que tener el lenguaje
del candombe incorporado para poder ensamblar y disfrutar, y que los demás
disfruten.
La habilidad de tocar en batea de 10 chicos, 4 pianos y 4 repiques, es de otro orden.
Ni mas facil, ni mas compleja. Puede ser que en una agrupación
como esta, se preste para aprender, ya que considero que en el tambor que se esté
tocando, uno tiene de dónde agarrarse a nivel perceptual.
Ejecutar el tambor en una batea de 50, 60 o 70 tambores ya es ahi si ... otra cuestión.
Lo digo desde mi apreciacion. Considero que en una batea tan grande, la persona que toca, deja de
ser individuo y se transforma en organismo colectivo. Cuando la batea sube o
baja y el grupo en su totalidad responde en bloque, aplausos, me saco el sombrero.
Requiere de mucho entrenamiento, mucho ensayo. Una capacidad dificil
de encontrar en este lado del rio. Primero porque no existen bateas tan grandes,
y segundo, porque cuando sale un rejunte, donde muchas veces la gente no se
conoce, prima el individualismo ritmico. Es como si un grupito del costado, o de
adelante, o del fondo se le antoja subirla y ahi se produce un quiebre, asi como
el titanic, la batea se parte en dos. Por suerte no se hunde, solo se hace
madera y se vuelve a empezar.
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